por Pablo Stein –
La corte suprema de justicia acaba de emitir un fallo contrario a los intereses de un país federal y netamente favorable a los porteños.
Nos limitamos a reproducir el pensamiento de Leandro Alem, fundador de lo que por entonces fue la Unión Cívica Radical: «Yo reconozco que ha sido (Bs. Aires) la capital de la monarquia y del círculo unitario cuyo jefe era el señor Rivadavia. Tampoco son un misterio las ideas monárquicas de estos señores…tal vez comprendian que, en un gobierno monárquico o aristocrático, ellos harian la clase privilegiada y siempre directa de los negocios públicos. Pero no obstante sus altas condiciones, sus ideas y sus tendencias fueron vencidas por siempre por las masas populares que produciendo a un impulso del sentimiento íntimo de la libertad que se despertaba en su naturaleza vigorosa, salvaron al principio democratico y la revolución emancipadora, negándose a recibir un nuevo dueño. Aquí -decía Alem refiriéndose a Bs. Aires- vendría todo lo que valga, no centrara la civilización y, ¡Saben los señores diputados (jueces diría ahora) lo que esto significa? El brillo, el lujo, la ilustacion, la luz en un solo lugar y la pobreza, la ignorancia, la oscuridad en todas partes. Y ya vendrán también aquellas odiosas e irritantes distinciones con sus funestas consecuencias sociales»
Es cierto que el desarrollo económico no se detuvo, pero también se cumplió aquello del peligro que significaba para las provincias que un gobierno centralizado en Buenos Aires afianzo al «unicato» como manifestación organizada dando principio a lo que se llamó la «generación del 80» tan defendida por las oligarquías provinciales y con ello se retrasó el desarrollo en primer lugar de los partidos políticos y como consecuencia de ello la democratización de la vida política.
Finalizo este breve articulo con otra frase de Don Leandro Alem: «El desaliento, el quebranto, la inmoralidad, no surgen de los bajos fondos sociales. Vienen de las alturas»
Bibliografía consultada:
Álvaro Yunque; «Historia de los argentinos»; tomo V; Editorial Anfora; Bs. Aires; 1968.
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