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Marcelo Barzán y sus Dibujos en la tierra

Por Natalia María Luz Cuestas   –  

En la Biblioteca La Buena Lectura de nuestra ciudad se presentó el viernes el poemario del escritor uruguayense Marcelo Barzán, publicado por Halley Ediciones. La presentación estuvo a cargo de Natalia María Luz Cuestas,  con musicalización de DEI  y arte visual en vivo a cargo de Ricardo Villalba.

Marcelo Barzán nació en la ciudad de Concepción del Uruguay. Fue a la Escuela Primaria N° 88 “Buenos Aires” y realizó sus estudios secundarios en la escuela ENET N° 2 “Francisco Ramírez”.

Era socio de la biblioteca de la escuela Urquiza y allí se entusiasmaba leyendo “Rayuela” de Cortázar; las “Rimas” de Gustavo Adolfo Bécquer o cuentos fantásticos o de terror como los de Edgar Allan Poe.

De gurí era tímido, pero con un caudal imaginativo que comenzó a desplegar entre los 19 y 20 años en diferentes escritos referidos a relatos fantásticos o narrativas que llevaban impregnadas sus vivencias en el barrio Santa Teresita, con los Beatles como entorno sonoro musical, herencia de su padre.

Continuó sus estudios en la Universidad Tecnológica Nacional donde obtuvo el título de Ingeniero Civil.

En el año 2013 se fue a vivir a Buenos Aires.

En el año 2020 publicó su primer libro de poemas “Dibujos en la tierra” a través de la editorial “Halley Ediciones”

Actualmente está cursando la carrera “Licenciatura en Artes de la Escritura” en la Universidad Nacional de las Artes en Buenos Aires.

Y continúa proyectando su próximo libro.

Como dice Belén Corso, en la entrevista para la revista REFUGIOS, “tener un libro en la mano es perder el pudor y tocarlo como si el libro nos tocara, también. Los poemas de “Dibujos en la tierra están numerados, las preguntas retóricas viajan a través del pensamiento de un poeta cuya mente sabe de ingeniería civil”. La poesía de Marcelo trae la aparición de una persona  habitando un departamento; donde dialoga con la soledad;  describiendo objetos que lo rodean como el mate y sus rutinas.

A medida que vamos leyendo nos sumergimos en el transcurrir de su mundo interno y su yo poético.

1 

Desde mi balcón puedo ver

ventanas

techos de zinc

que tienen parches.

 

Llegan los sonidos de la calle

los autos,                            

un ruido ronco                             

y otro                                               

más continuo

y más suave que no puedo identificar.

Cada tanto un avión

un colectivo

quiebran la monotonía.

 

Un vecino

riega las plantas allá abajo

las paredes que separan los patios

tienen enredaderas

casi todas.

De vez en cuando una brisa

hace temblar las hojas

y las medias en los ténders

como el amor cuando pasa.

 

Ahora un helicóptero

traza una diagonal en el cielo

mi retazo de cielo. 

También en su poesía se vivencian viajes, recuerdos de la infancia, lugares de la ciudad, el barrio, la siesta y sus caminatas por Buenos Aires llevando a nuestra querida Concepción en su andar…

17

 

El rebote de la luz

del atardecer en tu pelo

y las calles polvorientas

del barrio en verano

son imágenes que vuelven

mientras camino

por una ciudad que no me conoce

y voy leyendo

los carteles de las vidrieras

para que no me cubra

la soledad. 

La escritura es el bálsamo para sobrellevar el miedo al envejecimiento propio, a la muerte de sus padres a la precariedad de la existencia. 

25

Tenés las piernas cruzadas

la cabeza

apoyada sobre las manos

juntas.

Vas en la misma fila

nos separan

un par de asientos vacíos.

Te veo dormir

movés las rodillas

¿Será un estremecimiento

por algo que soñás?

 

Quisiera estar ahí

del otro lado

huir con vos de los perros

por terrenos baldíos

o preparar café

y que me cuentes que tenés miedo

de dormir y no despertarte

o de que te llamen una noche

para avisar

que pasó algo.

 

Me dan ganas de escribir

sobre todo esto

entonces bajo la vista

para buscar una libreta

en la mochila.

Vuelvo a mirarte 

ya estás despierta

con una sonrisa en la cara

contestando un mensaje

en el celular. 

 

El poemario es una especie de viaje en diversas estaciones o paradas por las preocupaciones de una persona que va creciendo; donde podemos sentirnos interpelados en cada trazo de “Dibujos en la Tierra”.

NATALIA MARIA LUZ CUESTAS, nacida en Paraná y residente en Concepción del Uruguay,  Profesora de Nivel Inicial, actriz, ceramista, poeta amante de la naturaleza.

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