El arzobispo de La Plata, Víctor «Tucho» Fernández, uno de los más cercanos al papa Francisco sostuvo que en el contexto actual “un impuesto a la riqueza, en ese contexto, cobra todo su sentido”, y advirtió que “hay condiciones de vida tan indignas que ningún país con conciencia puede tolerar”.
Respecto a los prioridades sociales que tiene el Gobierno por delante, “Tucho” Fernández, en diálogo con La Nación, enumeró: “El primero es cuidar a los más débiles, salvo que avance esa opción eugenésica del sector fascista de la población que dice: ‘Ojalá que esto sirva para diezmar a los negros, vagos e inservibles’. El segundo es la condición que permite sostener el primero: recomponer y desarrollar la producción y el empleo”.
“De repente, con la pandemia hubo que salir a las corridas a intentar evitar un caos en los barrios más pobres, que ya estaban allí desde hace décadas. De pronto, advertimos que es verdad que existen esos que viven de changas solo para comprar un poco de comida para sus hijos, hacinados en un cuarto donde es imposible pasar una cuarentena”, advirtió el arzobispo de La Plata sobre las situaciones que se visibilizaron con la pandemia del coronavirus.
En la misma línea, afirmó que “no basta comer algo para sentir que uno está llevando una vida digna. Hay problemas de vivienda, de acceso a la salud y muchos otros que se volvieron insostenibles en la cuarentena, pero que requerirán un proyecto integral de promoción humana que no teníamos”.
En cuanto a la situación actual en el conurbano bonaerense, Víctor “Tucho” Fernández explicó: “En los últimos meses apareció el miedo de que el virus penetrara capilarmente en los barrios más pobres muy poblados e hiciera estragos”, y agregó que cuando termine la pandemia, los pobres “seguirán allí”. “Un sector de la población siempre se molesta cuando se habla de estas cosas, como si fueran abstracciones”, alertó.