Por Eugenia Delorenzi –
Concepción del Uruguay genera a diario aproximadamente unas 90 toneladas de residuos sólidos urbanos, sin separación en origen, que reciben luego una clasificación general que permite reciclar alguna parte de la carga, para finalmente ser depositados en el relleno.
Ahora bien, desde el inicio de la actual gestión y la creación de una Dirección de Salud Ambiental, es que se ha puesto hincapié en una Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, que, con el objetivo de lograr una ciudad más amigable con el medioambiente, se focalizará en la separación de origen de los residuos.
En este sentido, desde el mes de julio se trabaja en la concientización de los vecinos de los primeros dos barrios donde se comenzará con la separación de los residuos en origen, una iniciativa que ya tuvo otros intentos en el año 2010, como así también en 2014 y 2015, pero que finalmente fueron dejadas de lado. En esta oportunidad, el municipio de Concepción del Uruguay apuntó nuevamente a la información y formación de los vecinos de dos barrios de la ciudad: Santa Teresita y Sarmiento, donde una vez que se comience con la recolección constituirán la prueba piloto de un plan que se pretende implementar en toda la ciudad.
El trabajo actual
En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, el director de Salud Ambiental, Pablo Guillaume, brindó detalles del trabajo que se encara y la importancia de sumar a la ciudad a la separación de residuos.
En primer lugar, habló sobre la separación de residuos como parte de un plan: “Es una tarea integral la de los residuos. Uno de los puntos va de la mano de que la gente también entienda la responsabilidad individual en el tema”, señaló; y explicó que si hablamos de los residuos que corresponde que la Municipalidad junte hay que detallar que “la factura amarilla que llega a tu casa que es la TGI, cuando dice recolección de residuos se refiere a la recolección domiciliaria. O sea en este caso la bolsita con basura”.
“Pero –amplió– las ramas del árbol, la heladera vieja, los escombros, muebles viejos, electrodomésticos y demás no son responsabilidad de la Municipalidad y tampoco cobra por ese servicio. Si la Municipalidad de todos modos lo junta es porque tiene el compromiso de una ciudad limpia, pero eso no lo están cobrando”, puntualizó el funcionario.
Por otra parte, Guillaume profundizó: “Si vamos a la Ley Nacional, el generador de estos residuos es el responsable. Es decir, si se te rompió el celular, a dónde va a parar ese teléfono, si está bien depositado o no, es responsabilidad tuya. Y los descuidos de un vecino que va y tira sus desechos en la esquina, provoca que otro piense que es responsabilidad de la Municipalidad que la esquina esté sucia, eso no es así, porque es responsabilidad de cada uno. Hay una cooperativa que se encarga de esto, hay un área que se ocupa de que esté limpio, pero a veces se satura ese servicio, que no correspondería, porque hay un gran número de vecinos en la sociedad que desconoce o no le preocupa el daño que genera no sólo al ambiente sino a la ciudad”.
“Por eso, la separación de residuos de origen es uno de los puntos dentro del Programa de Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos ¿Y por dónde hay que arrancar? Por todos lados”, continuó explicando el director de Salud Ambiental y enumeró: “Por un mejor control de los residuos peligrosos –por lo que estamos trabajando en modificaciones de una ordenanza–; generamos centros de acopio de los residuos, que le llamaremos centro de entrega voluntaria de residuos, donde los vecinos podrán acercar los residuos, cualquiera sea. Se van a colocar en dos zonas de la ciudad, una en el sur y otra en el norte para que sean puntos estratégicos”.
Separación
–¿Cómo se encaró el proyecto de separación de residuos?
–Se pidió presupuesto a la UNER para poder formar un equipo de capacitadores y ellos ofrecieron 10, pero como nosotros contábamos en ese entonces con gente sólo trabajamos con seis.
Ahí comenzamos a trabajar, aún en la primera etapa –que está finalizando– que fue organizar en dos barrios: Santa Teresita y Sarmiento, las manzanas de cada uno de ellos y designar a cada promotor ambiental entre seis y siete manzanas, para ir casa por casa y llevar el material informativo que consta de un imán y un folleto que tiene la información necesaria para que el vecino se interiorice sobre cómo se deben separar los residuos. Además se les explican los objetivos del proyecto, qué beneficios ambientales trae consigo, qué es lo que aporta cada vecino al cumplir con esta separación.
Después de cada recorrida hicimos un encuentro con los promotores para analizar cómo les fue, qué resultados tuvieron, qué porcentaje creen que tuvieron de alcance a los vecinos y en cada oportunidad fue muy positivo. Si podemos cuantificar, en números que nosotros podemos calcular en base a los resultados de los promotores es que un 80% de los vecinos lo hará con seguridad, de los cuales sabemos que seguramente al principio se separe mal, o se confundan días y basura que sacar porque entendemos que es algo que hasta que uno no las ejecuta no sabe si lo está haciendo bien o mal.
Ahora que terminamos esta etapa de capacitación en Santa Teresita, se comenzó en Sarmiento, se hizo un repaso en Santa Teresita y un repaso en Sarmiento, y en esta última instancia antes de iniciar con la recolección diferenciada iremos a los domicilios que por alguna cuestión u otra los promotores no lo clasificaron en la aplicación que tenemos como un caso resuelto.
Trabajo a futuro
A partir del lunes 24 se comenzará la recolección diferenciada en los dos primeros barrios para analizar cuál es la situación y a partir de allí poder ir sumando de a un barrio o dos de la ciudad para continuar el trabajo.
Tal como indicó Guillaume, los barrios se seleccionarán por la cantidad de reclamos en relación a la separación de residuos que haya en el barrio. Adelantó que uno de los próximos podría ser el Puerto Viejo.
–¿Cuáles son los beneficios de la separación?
–Esto aporta no sólo a lo ambiental sino también a lo social. Hoy por hoy hay gente que separa los residuos para reciclar, y si ya lo separamos mejoramos el trabajo de estas personas.
Asimismo es un proceso cultural y social que la gente transforme hábitos para una ciudad más sana. No sólo pueden separar sus residuos de origen sino también pueden colaborar con el compostaje.
Por ejemplo, yo tomo mates ahora y lo que queda son unos 200 gramos de yerba mojada. Si vos calculás que entre cinco personas producimos un kilo de residuos en un día (sólo contando la yerba y si tomáramos un solo mate en el día). Supongamos que la mitad de los habitantes de la ciudad toma mates, 40 mil, calculamos 10 mil kilos de yerba que van a parar a la basura. En algún momento se utilizaba tirar la yerba al cantero, a la tierra, y la idea es volver a eso también. Porque además de reciclar uno tira eso a la tierra y se transforma en abono que a su vez beneficia algo que sirve para fomentar la huerta orgánica, que principalmente asegura una producción de comida real y de calidad.
Hay que pensar la salud ambiental como un beneficio a la salud. Si la gente separa los residuos, no hay minibasurales a cielo abierto, si no existen los basurales no hay vectores que provoquen enfermedades como ratas, si no hay tampoco se enferman perros y gatos de los barrios y no se enferma la gente. Es así de sencillo.
Los barrios elegidos
El barrio Santa Teresita ya había sido elegido hace unos 10 años para llevar adelante una iniciativa similar, la primera en su tipo en ser puesta en práctica en esta ciudad, para lo cual se habían organizado una gran cantidad de reuniones en distintos centros sociales del vecindario con el mismo objetivo de concientizar sobre la separación de los residuos. La zona se diagramó entonces para hacer una recolección diferenciada, actividad que se realizó durante un tiempo prolongado, pero no logró sostenerse en el tiempo.
También en el año 2014 se puso en marcha una iniciativa de concientización sobre la necesidad de la separación de los residuos sólidos urbanos para lo cual se realizó una importante inversión en contenedores de colores que fueron colocados en los paseos públicos para que los vecinos depositaran allí su basura ya clasificada. Aquel trabajo también fue acompañado por una campaña de concientización que marcaba las pautas básicas necesarias para la separación entre residuos orgánicos e inorgánicos. A los contenedores se le sumaron cestos debidamente identificados para tratar de facilitar la separación en las zonas más transitadas de la ciudad.
En el año 2015 Concepción del Uruguay también aprobó una iniciativa en el Concejo Deliberante a través de la cual se buscaba implementar formalmente la separación en origen, de orgánicos e inorgánicos, tratando de disminuir la cantidad de residuos sólidos que se generan. Como resultado de esta separación, los residuos pasibles de ser reciclados, reutilizados o reducidos, serían colocados en recipientes para su recolección diferenciada.
Esta idea, aunque tratada y aprobada formalmente, tampoco encontró eco en la comunidad.
Metodología
Según lo dispuesto por el municipio, la recolección diferenciada contemplará los residuos húmedos no reciclables, los cuales deben ser colocados en bolsas comunes para ser retirados domingos, lunes, miércoles y viernes. Se trata de restos de comida tales como cáscaras de huevos, frutas y verduras, huesos, té, café. También incluye restos de vidrios de ventanas o espejos; vidrios y cerámicas rotas, que deben ser dechados envueltos en papel de diario. Este tipo de residuos incluye también papeles sucios o húmedos: servilletas, diario mojado, papel manchado, celofán.
Por su parte, los residuos secos reciclables deben ser dispuestos en bolsa común y serán retirados los días martes y jueves. Estos incluyen plásticos tales como botellas, bandejas, envases y bolsas; frascos y botellas de vidrio. También incluye papel y cartón: diarios, papel de oficina, cajas de cartón (limpio y seco). Asimismo, cuentan como residuos secos las latas de alimentos y bebidas (limpias) y materiales tales como aluminio, cobre, hierro y plomo; y envases de tetrabrik vacíos y limpios.
En cuanto a los residuos domiciliarios patogénicos, estos deben ser colocados en bolsa con marca roja y serán recogidos de domingo a viernes.
Se trata de elementos cortopunzantes como jeringas y termómetros; agentes patógenos que son restos de higiene, es decir toallitas, tampones, papel higiénico, gasas, vendas, algodón, cotonetes y curitas. Se incluyen también colillas de cigarrillos y cenizas; y pastillas o antibióticos vencidos.
